Estudio revela vínculo oculto entre el Alzheimer y el virus del herpes

Un estudio de la Universidad Hebrea revela cómo el virus del herpes podría acelerar el avance del Alzheimer. Descubre los sorprendentes hallazgos y su posible impacto en futuros tratamientos.

 (I-D) En verde: proteínas del virus del herpes. En rojo: tau del Alzheimer. En naranja, una fusión de ambas. (photo credit: Shemesh Lab)
(I-D) En verde: proteínas del virus del herpes. En rojo: tau del Alzheimer. En naranja, una fusión de ambas.
(photo credit: Shemesh Lab)

Investigadores de la Escuela de Farmacia de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto una correlación sorprendente entre la enfermedad de Alzheimer y la presencia del Virus del Herpes Simplex-1 (VHS-1). Su estudio, titulado “Tau antiherpético preserva neuronas a través de la vía cGAS-STING-TBK1 en la enfermedad de Alzheimer”, fue publicado en la revista revisada por pares Cell Reports a principios de enero.

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer depende de los ovillos neurofibrilares, que están compuestos predominantemente por las proteínas, el β-amiloide extracelular (Aβ), y el tau hiperfosforilado intracelular (p-tau). Las causas de estas patologías han permanecido en gran medida sin descubrir.

La posibilidad de que el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer esté asociado con virus, bacterias, hongos y parásitos ha sido postulada durante las últimas tres décadas. Patógenos como la acumulación de Aβ y la fosforilación de tau se han considerado posibles desencadenantes de eventos neuropatológicos en los cerebros de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el papel real de los patógenos en la activación de los procesos inflamatorios que conducen al diagnóstico de Alzheimer sigue siendo en gran medida un territorio inexplorado.

Crecientes evidencias apuntan a una posible conexión entre las patologías de la enfermedad de Alzheimer y agentes infecciosos, siendo el HSV-1 un candidato principal. Para probar la relación entre el HSV-1 y la enfermedad de Alzheimer, los investigadores intentaron detectar proteínas del HSV-1 en los cerebros de pacientes con Alzheimer.

 Neuronas infectadas por el virus del herpes simple 1 (credit: DR. FRED MURPHY/SYLVIA WHITFIELD/USCDCP/PIXNIO/COURTESY)Enlrage image
Neuronas infectadas por el virus del herpes simple 1 (credit: DR. FRED MURPHY/SYLVIA WHITFIELD/USCDCP/PIXNIO/COURTESY)

Resultados del estudio

Este estudio detectó ADN y proteínas del HSV-1 en muestras de cerebro humano a través de metagenómica, espectrometría de masas, western blotting y patología de expansión decrowding. Estas técnicas avanzadas ayudaron al equipo de investigación a identificar 19 proteínas asociadas con el HSV-1 en los cerebros de pacientes con Alzheimer. Se detectaron proteínas del HSV-1 en todas las etapas de la enfermedad.

Un descubrimiento significativo fue la actividad aumentada de una proteína del herpesvirus llamada ICP27, que se volvió más prominente a medida que la enfermedad se volvía más grave.

En el hipocampo, una estructura cerebral en el lóbulo temporal que desempeña un papel importante en el aprendizaje y la memoria, el área ocupada por ICP27 se duplicó desde la caracterización de la enfermedad de Alzheimer leve hasta avanzada. Se triplicó desde la ausencia de la enfermedad de Alzheimer hasta la enfermedad de Alzheimer avanzada.

En la corteza entorrinal, una parte del lóbulo temporal medial que funciona con la memoria, la navegación y la percepción del tiempo, el área ocupada por la proteína ICP27 se duplicó entre los pacientes sin enfermedad de Alzheimer a enfermedad de Alzheimer leve/avanzada.

Este descubrimiento refuerza la creciente evidencia de que las infecciones como el HSV-1 podrían contribuir al desarrollo y progresión de la enfermedad.

Se encontró que la proteína ICP27 ocupaba el mismo espacio que la proteína tau. Los investigadores hipotetizaron que la infección por HSV-1 lleva a la fosforilación de tau y contribuye a los cambios a lo largo del tiempo observados en el Alzheimer.

El equipo de investigación experimentó con organoides cerebrales humanos para observar más a fondo la colocalización de tau con las proteínas de HSV-1. Estos experimentos revelaron que el HSV-1 puede amplificar las modificaciones de tau en ubicaciones específicas relacionadas con el Alzheimer.

Notablemente, estas modificaciones parecen actuar como preservadores de neuronas, reduciendo la cantidad de virus y la muerte neuronal. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, estos mismos procesos pueden contribuir al daño cerebral asociado con la enfermedad de Alzheimer.

El investigador principal, el Dr. Or Shemesh, afirmó: "Nuestra investigación muestra cómo el HSV-1 interactúa con el cerebro e influye en las patologías de la enfermedad de Alzheimer. Al principio, los cambios en la tau pueden proteger a las células cerebrales limitando el virus, pero a medida que la enfermedad avanza, estos mismos cambios podrían causar más daño y acelerar la neurodegeneración".