Proxies de Irán en crisis: Alianzas cambian el panorama de Medio Oriente

Teherán enfrenta desafíos crecientes a medida que sus estrategias de proxies fallan, el descontento doméstico aumenta y nuevas alianzas regionales amenazan su influencia.

 El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, reza ante los cadáveres de dos jueces del Tribunal Supremo asesinados, Mohammad Moghiseh y Ali Razini, en Teherán, Irán, 19 de enero de 2025. (photo credit: Office of the Iranian Supreme Leader/WANA (West Asia News Agency)/Handout via REUTERS)
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, reza ante los cadáveres de dos jueces del Tribunal Supremo asesinados, Mohammad Moghiseh y Ali Razini, en Teherán, Irán, 19 de enero de 2025.
(photo credit: Office of the Iranian Supreme Leader/WANA (West Asia News Agency)/Handout via REUTERS)

La República Islámica de Irán, durante mucho tiempo dependiente de una red de grupos de proxies para ejercer influencia en todo el Medio Oriente, enfrenta desafíos significativos a medida que su estrategia falla. Años de inversión en aliados como Hezbolá, Hamas y otras facciones en Yemen, Irak y Siria se están desmoronando, dejando a Teherán luchando con una autoridad regional menguante y un descontento doméstico creciente.

"La República Islámica de Irán hoy es muy diferente de lo que conocíamos hace seis o siete meses", dijo David Menashri, profesor en el Centro de Alianza para Estudios Iraníes, hablando con The Media Line. "Ha perdido sus proxies. Todos estos años de inversión en grupos como Hezbolá y Hamas casi han colapsado. El prestigio y el poder regional de Irán se han disminuido". Teherán ha respondido intensificando su propaganda, incluida la publicación de un video de un arsenal naval subterráneo días antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

La propaganda como herramienta de supervivencia

La máquina de propaganda de Irán, aunque antigua, refleja ahora la gravedad de su crisis. El video, que muestra sistemas de misiles avanzados supuestamente capaces de apuntar a portaaviones estadounidenses, es parte de los esfuerzos de Teherán para proyectar desafío.

"El régimen está tratando de compensar sus debilidades mediante el uso de una extensa propaganda para sugerir que todo es normal. No lo es", observó Menashri. "Este mensaje tiene como objetivo tranquilizar al pueblo iraní y señalar al mundo que Irán sigue siendo una potencia formidable".

Pero estos esfuerzos no logran ocultar las luchas del régimen. Nima Baheli, un analista político iraní, dijo a The Media Line: "Estas maniobras son más sobre el mensaje externo a oponentes como EE. UU. e Israel, demostrando que Irán no es un objetivo fácil".

 Un cartel en Teherán, el líder supremo Alí Jamenei afirma que el propósito de la Revolución Islámica es erradicar la democracia al estilo occidental e imponer el Islam chií en todo el mundo, advierte el escritor.  (credit: MAJID ASGARIPOUR/WANA/REUTERS)Enlrage image
Un cartel en Teherán, el líder supremo Alí Jamenei afirma que el propósito de la Revolución Islámica es erradicar la democracia al estilo occidental e imponer el Islam chií en todo el mundo, advierte el escritor. (credit: MAJID ASGARIPOUR/WANA/REUTERS)

Luchas económicas y la búsqueda de alianzas

La economía de Irán, afectada por años de sanciones y mala gestión, está al borde del colapso. La asignación de miles de millones por parte del régimen para apoyar a sus aliados ha alimentado la ira pública en casa. "El pueblo iraní ve un gobierno que no puede priorizar su economía", señaló Menashri.

Buscando alivio, Teherán está intentando reconstruir lazos internacionales. "Irán necesita acuerdos con Estados Unidos para aliviar sanciones y estabilizar su situación interna", explicó Baheli. Agregó que la participación de Elon Musk en la administración de Trump podría abrir nuevas vías de diálogo. "No está claro si las acciones de Musk reflejan iniciativas personales o políticas coordinadas, pero su mentalidad orientada a los negocios podría facilitar las negociaciones."

Menashri recordó los esfuerzos diplomáticos pasados: "Durante cuatro años, la administración de Joe Biden negoció con Teherán. Incluso programaron una reunión para el 9 de octubre de 2023, que fue pospuesta debido a la guerra en curso. Ambas partes han mostrado interés en el diálogo."

Ambiciones nucleares y cálculos estratégicos

Con su estrategia de proxy fallando, el programa nuclear de Irán ha tomado el escenario central, generando preocupaciones en Washington y Jerusalén. "Israel no puede actuar sola contra los sitios nucleares iraníes; necesita el apoyo de Estados Unidos", dijo Baheli. "Trump parece favorecer la diplomacia sobre la acción militar, pero los movimientos de Israel están estrechamente ligados a la política de Estados Unidos."

"Israel seguirá el liderazgo de Trump en esto. Ni los Estados Unidos ni Israel quieren a un Irán nuclear, pero cada uno espera que el otro eventualmente haga este trabajo sucio", añadió Menashri.

Alianzas cambiantes y la 'Ruta del Algodón'

En medio de los desafíos de Teherán, la iniciativa de la "Ruta del Algodón" de Trump busca aislar aún más a Irán. El proyecto prevé lazos económicos más fuertes entre Arabia Saudita, India y otros actores clave, marginando a adversarios como Irán y posiblemente Turquía.

"La Ruta del Algodón tiene como objetivo crear una alianza que excluya a Irán", explicó Baheli. Sin embargo, la participación de Arabia Saudita depende del progreso hacia la resolución del problema palestino. "Los saudíes necesitan al menos un gesto simbólico hacia una solución para la causa palestina", dijo Menashri.

Esta compleja red de alianzas ilustra cómo el problema palestino sigue siendo una pieza clave en la diplomacia regional.

Esto subraya cómo el conflicto israelí-palestino sigue siendo fundamental en la diplomacia regional. Baheli señaló: "La reciente tregua en Gaza fue cronometrada estratégicamente para afectar la posición de Biden y congelar el problema antes de la toma formal de poder de Trump".

Menashri señaló el enfoque complejo de Trump: "Promueve la normalización saudí-israelí mientras permite la expansión de los asentamientos. Quiere distanciarse militarmente de la región pero ha estado más involucrado que antes. Tendremos que esperar para ver cuáles son sus verdaderas intenciones".

Un régimen bajo presión

La trayectoria de Irán refleja una mezcla de reveses militares, dificultades económicas y una influencia decreciente. Mientras su propaganda muestra resistencia, la realidad es la de un régimen luchando por adaptarse a dinámicas geopolíticas en evolución.

"La región está en constante cambio, con desarrollos clave dependiendo de las nuevas políticas de EE. UU., las acciones iraníes y las alianzas cambiantes", concluyó Baheli.

Menashri agregó: "Los desafíos internos y externos de Irán están interconectados. Resolverlos requerirá un cambio estratégico, uno para el cual el régimen parece no estar preparado".