Los secretos de Petra, la maravilla nabatea, siguen siendo revelados

Aunque Petra fue redescubierta en el siglo XIX, gran parte de su historia sigue envuelta en misterio.

 Petra, la maravilla nabatea, sigue revelando sus secretos.  (photo credit: Marinodenisenko. Via Shutterstock)
Petra, la maravilla nabatea, sigue revelando sus secretos.
(photo credit: Marinodenisenko. Via Shutterstock)

Petra, tallada en los acantilados de color rosa rojizo de Jordania, continúa revelando sus secretos. Técnicas de cartografía tempranas descubiertas en 2016 revelaron los posibles restos de una vasta estructura oculta bajo las arenas, indicando que gran parte de la maravilla de Petra aún está por descubrirse, y se hacen nuevos descubrimientos regularmente en Petra.

Construida por los nabateos alrededor del siglo IV a.C., Petra incluye templos, tumbas y un sistema hidráulico, todo tallado directamente en las montañas de arenisca que le dan a la ciudad su atmósfera única. Los nabateos adoptaron hábilmente influencias arquitectónicas y culturales sin perder su identidad, integrando efectivamente elementos como el teatro romano, que remodelaron, en su paisaje.

Uno de los hitos más reconocibles es Al-Khazneh, o el Tesoro, una fachada con detalles helenísticos tallada en el acantilado de arenisca rosa. La estructura, que se alza 40 metros de altura, se cree que ha servido como una tumba real. El Tesoro sirve como la revelación climática al final de The Siq, un estrecho cañón de 1.2 kilómetros que introduce dramáticamente a los visitantes a Petra. El Monasterio, o Ad-Deir, supera incluso al Tesoro en magnitud, alzándose 50 metros de altura y ofreciendo vistas panorámicas del paisaje desde su punto de vista elevado en las montañas.

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La ubicación estratégica de Petra la convirtió en un próspero centro comercial, controlando rutas comerciales vitales que conectaban Arabia, Egipto y Siria. Esta prominencia permitió a los nabateos generar riqueza mediante la recolección de peajes de caravanas que comerciaban bienes valiosos como especias e incienso. Su prosperidad fue aún más respaldada por sus innovaciones en la gestión del agua, lo que permitió que la ciudad prosperara en el árido desierto y sirviera como un respiro crucial para los viajeros.

A pesar de su época dorada, Petra declinó a medida que el comercio de incienso disminuyó en el siglo III d.C. Con el tiempo, la ciudad fue abandonada y olvidada, permaneciendo inactiva hasta que el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt la redescubrió en 1812.

El sitio es reconocido como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Se recomienda a los visitantes explorar la maravilla arqueológica durante varios días para apreciar plenamente su profundidad e historia. Guías, como los disponibles a través del Campamento Beduino de Ammarin, ofrecen información sobre la historia y la importancia de los monumentos que salpican el antiguo paisaje.

El terreno irregular requiere calzado cómodo y es necesario mantenerse hidratado debido a las altas temperaturas. Mientras muchos realizan el viaje desde la capital de Jordania, Ammán, otros llegan a través de regiones vecinas como Wadi Rum o Aqaba, a menudo viajando a lo largo de la Carretera del Rey.

El artículo fue escrito con la ayuda de un sistema de análisis de noticias.