Científicos determinaron recientemente que un cráneo alguna vez creído pertenecer a la media hermana de Cleopatra, Arsínoe IV, en realidad pertenecía a un adolescente varón con trastornos del desarrollo. "Utilizando métodos modernos de CSI, los científicos han descubierto que no fue enterrada la hermana de Cleopatra en el Octágono de Éfeso, sino un joven con trastornos del desarrollo", revelaron los investigadores, según informó Focus Online. Esto puso fin a décadas de especulaciones de que Arsínoe IV podría haber sido enterrada en el Octágono, una gran estructura a lo largo de la calle principal de la antigua Éfeso en la actual Turquía.
En el nuevo estudio, el equipo demostró que los restos no coincidían con ningún perfil biológico de Arsínoe IV. Según Gazeta.ru, el cráneo, recuperado por primera vez a principios del siglo XX, pertenecía a un varón de entre 11 y 14 años, cuyos genes indicaron un origen de Italia o Cerdeña. Los investigadores encontraron que su desarrollo esquelético estaba obstaculizado por deficiencia de vitamina D o un defecto genético, lo que causaba deformidades visibles en el cráneo y los huesos faciales.
En 1929, el arqueólogo austriaco Josef Keil descubrió un sarcófago lleno de agua en las ruinas del Octágono en Éfeso. Inicialmente sospechaba que pertenecía a una noble de alrededor de 20 años, aunque estudios posteriores cuestionaron su conclusión. Keil solo tomó el cráneo para una investigación más profunda y dejó el resto del esqueleto en Éfeso.
Para la década de 1990, los investigadores propusieron que el entierro inusual podría haber pertenecido a la medio hermana de Cleopatra, a quien algunos creían fue ejecutada en Éfeso en el 41 a.C. a pedido de Marco Antonio. Sin embargo, la tomografía computarizada micro y el análisis genético señalaron a un niño romano, de no más de 14 años, enterrado sin objetos funerarios notables.
La posibilidad de que los restos de Arsínoe IV estuvieran en Éfeso había llamado la atención en parte porque Cleopatra, nacida como Cleopatra VII Filopátor, fue la última gobernante activa del Reino Ptolemaico de Egipto. Aunque gobernaba Egipto, provenía de una familia griega y el griego era su lengua materna. Sus relaciones con Julio César y Marco Antonio tuvieron un impacto decisivo en Roma y Egipto. Arsínoe IV también se vio envuelta en conflictos políticos de la época, pero los hallazgos recientes confirmaron que los restos del Octágono no le pertenecían.
Este artículo fue escrito en colaboración con la empresa de inteligencia artificial generativa Alchemiq.